ESPRONCEDA, JOSÉ
Esta es la historia de amor de Teresa Mancha y José de Espronceda. El poeta extremeño dio su versión en la elegía que incluyó como Canto II en El diablo mundo. Espronceda salió de España al exilio en 1827, recaló primero en Lisboa. El coronel Epifanio Mancha estaba preso en el castillo de Sao Jorge y su hija, Teresa, iba a visitarlo. Parece que los jóvenes se conocieron en la capital portuguesa en tales circunstancias, pero fue en Londres donde se desarrollan sus encuentros amorosos. Sin embargo, Teresa debe casarse con el comerciante Gregorio Bayo en 1829. Este matrimonio supuso un alivio económico para la familia Mancha. Espronceda sobrevivía en Londres dando clases de esgrima y con la ayuda económica de sus padres.En 1830, en un hotel de París, estaba Teresa con su marido y sus hijos. Allí llegó Espronceda, por casualidad o no, a alojarse.
Ella decidió huir con el poeta, abandonar al marido y a sus dos hijos pequeños. Teresa dejó todo por Espronceda y lo siguió allá donde él quiso llevarla.Llegaron a Madrid y en 1834 nació Blanca, hija de ambos. Pero la relación ya no era lo que fue. Parece que hubo peleas, abandonos, reproches por ambas partes, deslealtades. Espronceda era infiel, Teresa se cansó y huyó a Valladolid con un hombre (Narciso de la Escosura).
Volvieron a estar juntos, pero en 1836 rompieron definitivamente.Teresa murió el 18 de septiembre de 1839. Su habitación estaba en el número 13 de la calle Santa Isabel, la casa de Narciso de la Escosura, con quien se casó en 1836 y con el que tuvo otra hija. Espronceda fue a ver su cadáver.
