IGNACIO SANZ
Esta es la publicación que acompaña a Santa Selma en su salida a las librerías. Ignacio Sanz era vecino segoviano, amigo y confidente de José Antonio Abella. Siempre intercambiaban manuscritos para analizarlos (alguna vez con dureza) antes de su publicación.
Así lo transmite Ignacio en los agradecimientos de Leandro Liendres: «Por inseguridad procuro que alguien cercano lea los manuscritos antes de darlos por acabados. Es una tarea delicada cuando se hace con esmero crítico. Durante años, y hasta su fallecimiento, mi amigo José Antonio Abella ejerció este cometido con rigor implacable».
Abella no pudo conocer al completo las dos novelas cortas, «Leandro Liendres» y «La planta de biogás», y los once relatos que componen el libro de Sanz, pero sí habían conversado en sus largos paseos segovianos sobre alguno de los textos.
Todos tienen como escenario Valdepinos, el espacio literario donde se viene desarrollando buena parte de la obra de Ignacio Sanz, trasfondo La Tierra de Pinares. Es un mundo adánico, pero dejado de la mano de Dios, golpeado por la emigración secular y habitado por gentes aparentemente sumisas, apegadas a viejas tradiciones y poco dadas a airear tensiones, aunque existan y en ocasiones desemboquen en grandes conflictos. Así ocurre en «Leandro Liendres», relato que abre el libro, cuyo personaje es víctima de sus ambiciones, y en «La planta de biogás», última pieza de este mosaico, en la que el anuncio de la posible instalación de una planta de biogás tensiona la vida tranquila de Valdepinos (una lectura muy recomendable en estos tiempos, pues analiza en profundidad los peligros de estas plantas si no se construyen con un rigor que las aleje de las meras pretensiones económicas de las multinacionales).
La obra está escrita con la agilidad que la crítica le ha reconocido siempre a Ignacio Sanz a quien Fermín Herrero considera «el último heredero natural de la estirpe irrepetible de los Delibes o Carnicer, de una prosa purísima, acendrada, arraigada a mayores en la oralidad», que vuelve a poner el acento en algunos de los problemas que acucian a la llamada España vacía.
IGNACIO SANZ nació en Lastras de Cuéllar en 1953. Estudió Sociología en Madrid. Es ceramista, escritor y narrador oral. Vive en Segovia.
Cuenta con una amplia obra publicada que supera el medio centenar de títulos y abarca relatos, novelas, literatura infantil y juvenil, libros de viajes y etnografía. Ha obtenido diversos premios de relatos y en dos ocasiones ha ganado el premio de narrativa infantil «Ala delta». Algunas de sus obras se han traducido a varios idiomas. Ha dirigido el Festival de Narradores Orales de Segovia y ha sido columnista de El Norte de Castilla. En Valnera Literaria tiene publicados un libro de relatos, Voces remotas, y la novela Últimos robinsones.