CREWS HARRY
Marvin Molar nació con piernas de renacuajo (no miden más de 8 cm). Sus brazos de elefante lo compensan. 56 cm de diámetro y tan fuertes que es capaz de mantenerse en equilibrio sobre la punta de un dedo. También es sordo; y mudo. Pero lo peor de todo es que sobre él pesa la maldición gitana: «¡Que encuentres un coño a tu medida!». Y el coño que encuentra es el coño de Hester, que en principio es una chica normal. Ella insiste en mudarse al Firemans Gym de Al Molarski donde Marvin lleva viviendo desde que le abandonaron siendo un bebé. Marvin se resiste. Al Molarski también. Los dos boxeadores sonados que viven y entrenan en el gimnasio se asustan ante la idea de una nueva inquilina. Pero lo que Hester desea, Hester lo consigue, y así queda listo el escenario para la catástrofe.
Autor: Crews, Harry
Crews, Harry
Estuvo en la guerra de Corea. Durante su primer año en el ejército fue campeón de los pesos ligeros en su regimiento y le rompieron la nariz al menos 6 veces. Practicó karate durante 27 años. Su primer hijo murió ahogado. Entrenó halcones. Le gustaba la cetrería. Tenía un verso de E.E. Cummings tatuado en el brazo. Bebió mucho y se drogó lo suficiente. Hasta los 47 no tuvo su primera resaca. Admitía no ser una persona divertida. Él mismo se reía bastante poco. Todo su humor se encuentra en sus más de 20 libros. Murió en Florida, a los 76 años, por complicaciones de una neuropatía.