FUERTES, GLORIA
El profesor y crítico Francisco Ynduráin dejó escrito: «Hasta la aparición de ACONSEJO BEBER HILO (1954) la obra de Gloria no había alcanzado plenitud y la singularidad inconfundible de tono y voz (...) El estoicismo popular y una templada resignación dignifican siempre su expresión, como si al ponerse en verso cobraran grados de estilización para pasar depurados a un plano de arte verbal».
Hemos hecho figurar en esta edición el primitivo título del libro: Diario de una loca. Incluimos también una muestra de los cambios que, en su momento, impuso la censura de la época, como obligada condición para que el poemario pudiera ser publicado.
Estamos bien
La mañana, se pierde en la maraña.
Por la tarde, los niños de la calle.
Por la noche, la radio del vecino.
La oficina me pone casi muerta.
El silencio, se esconde en la repisa.
Yo no puedo leer una novela,
y la gata que pare en el pasillo
y mi hermano que no tiene trabajo
y la niña que llora por la esquina,
mi cuñada me pide una cebolla;
en la puerta, que llama el del recibo.
No hay quien pueda vivir cómodamente.
El tranvía no llega casi nunca
y no llega tampoco con el sueldo;
la merienda borrose de la casa;
el periódico nos dice la noticia:
se avecina la garra de la guerra,
y yo digo: ¡Pues sí, lo que faltaba!