En este segundo asalto afinamos el tiro y hacemos un esfuerzo por acercarnos a los poetas que responden a un perfil mucho más concreto, un ADN que encontramos en su día cuando hace ya veinticinco años las páginas de una admirable revista nos hablaba de los poetas sensatos:
escritores que, herederos de una valiosa tradición, eligen (
/
) la de una poesía que busca el conocimiento a través de la expresión mesurada, en la que inteligencia y cultura sustituyen a los artificios de la inspiración y el desvarío inconsciente, una poesía hecha no solo con palabras sino también, y fundamentalmente, con ideas.
Hemos invitado a participar a los dieciséis poetas sensatos de 1991, todo un honor para nosotros, y hemos añadido otros sensatos que bajo nuestro criterio engrandecen ese nombre; hemos añadido las poetas sensatas que comparten "la sobriedad, el narrativismo y el tono coloquial, como también decía Piquero en su prólogo, construyendo así una nómina maravillosa en una nueva convocatoria llena de admiración y respeto por aquellos, y de esperanza por los más jóvenes que participan de los mismos hábitos, porque por eso se dijo alguna vez que los antiguos nos esperan en el futuro.