El sendero se abre entre colinas verdes y, de pronto, la vista queda atrapada por una propiedad tan extensa y serena que el corazón tarda un instante en alcanzarla.
El aire huele a lirios del valle, a hierba húmeda y a un frescor limpio que parece descender directamente del lago.
Y es entre esa belleza donde una empieza a encajar quién es realmente el propietario de estas tierras: un hombre respetado, generoso, firmemente leal
y mucho más cálido de lo que las primeras impresiones sugieren.
Un aroma verde, noble y luminoso, como ese paseo que deja sin palabras y devuelve el ánimo a su sitio.
Intensidad media/alta. El nivel de intensidad de un aroma siempre es relativo y se percibe de forma subjetiva por cada persona. Lo indicamos tan solo como guía comparativa.