CRISTINA REDONDO ALONSO
Esta es la única y verdadera historia de Hank. Me enseñaron desde niño los fantasmas y mi tío Aritóteles. A veces confundía a los unos con el otro, sobre todo cuando el tío amanecía espectral y tenebroso después de una noche de juerga con su amigo Vittorio, el italiano, o con el griego y el portugués, que se hacían llamar a sí a pesar de haber nacido en el pueblo de al lado